Las sustancias amargas de la menta estimulan la se- creción de los jugos digestivos, son estomacales, carminativas y reducen las diarreas.
La menta es también un excelente colagogo y espasmolítico suave, adecuado en la inflamación de la vesícula, nerviosismos, insomnio, calambres, vértigos, jaquecas, etc. Tiene un ligero poder antiséptico y
bactericida, es útil en las inflamaciones de la laringe, bronquitis, en inhalaciones contra el catarro, y en usos tópicos. La leyenda le supone propiedades afrodisíacas y excitantes.
Infusión de menta para afecciones de la vesícula biliar
A una taza de agua hirviendo añadir un par de cucharaditas de hojas frescas o secas de menta. Dejar reposar unos 15 minutos tapada. Tomar dos o tres veces al día.
Infusión de menta y otras plantas para vértigos y náuseas
A una taza de agua hirviendo añadir unas dos cucharaditas de una mezcla a base de hojas de menta, flores de manzanilla y hojas de melisa. Dejar reposar unos 15 minutos tapado. Tomar una o dos veces al día.