Está indicado en casos de hipercolesterolemia, prevención de la arteriosclerosis.
Estados en los que se requiera un aumento de la diuresis: afecciones genitourinarias, hiperazotemia, hiperuricemia, gota, hipertensión arterial, edemas, sobrepeso acompañado de retención de líquidos.
También se usa externamente para curar eccemas.
Como precaución, hay que señalar que el uso de diuréticos en presencia de hipertensión o cardiopatías, sólo debe hacerse por prescripción y bajo control médico, dada la posibilidad de aparición de una descompensación tensional o, si la eliminación de potasio es considerable, una potenciación del efecto de los cardiotónicos.